¿Te vas a tatuar? ¡No olvides regenerar tu piel después!
Tatuar la piel es una tendencia al alza. Responde a una filosofía de vida, a una moda o a una cuestión estética. Sea cual sea tu motivación, si decides hacerte un tatuaje debes proteger tu piel y ayudarla a regenerarse bien y de esta forma desarrollar un correcto cuidado de la piel.
Aunque tu piel esté sana y bien nutrida, al hacerte un tatuaje, tu piel puede quedarse sensibilizada: estás alterando la epidermis, la capa más externa de la piel, y eso puede provocar irritación, enrojecimiento y picor.
La piel es el órgano más extenso que tenemos y cubre todo nuestro cuerpo para protegerlo de las agresiones externas que puedan afectar a la salud de la piel. El tatuado de la piel puede provocar irritación en tu piel, así que es recomendable que le proporciones mayor protección.
El pantenol y los lípidos son sustancias naturales presentes en la piel que la protegen e hidratan, ayudan a tu piel en su función barrera, evitando la pérdida de agua y manteniendo la humedad propia de la piel. Cuando te hayas hecho un tatuaje, es importante que cuides esa piel y la protejas del sol. Apórtale los nutrientes que necesita, es decir, pantenol y lípidos propios de la piel, en forma de pomada. Con una pomada rica en pantenol y con un alto contenido lipídico contribuirás a que la piel de esa zona se regenere de forma adecuada.
Recuerda, puedes dar rienda suelta a tu creatividad en la piel, pero no olvides protegerla y cuidarla con cremas para tatuajes. ¡Es tu escudo! Sigue nuestros consejos sobre cuidado de la piel en nuestro blog.