Refuerza la función protectora de tu piel atópica
La piel es un órgano con una estructura y una composición únicas que le confieren su función protectora frente a agresiones externas. Si tu piel está muy seca y en ocasiones aparecen rojeces asociadas a picor, en zonas concretas del cuerpo, es posible que tengas una piel sensible con tendencia atópica. Si tienes piel atópica, la estructura lipídica de tu epidermis es más frágil y su función barrera está dañada, por eso es más reactiva a los agentes externos. Debes reforzar la función protectora de tu piel. Te contamos cómo. ¡Sigue leyendo!
Para ejercer su papel de defensa, la epidermis es un tejido que consta de distintas capas. En primer lugar, cuenta con la microflora cutánea que la protege frente a bacterias nocivas y evita que éstas puedan proliferar. En segundo lugar, los lípidos de la capa córnea reducen al máximo la pérdida de agua, evitando que tu piel se reseque.
Hay varias maneras de poder reforzar la función barrera:
Fortalecer la microflora ayudará a tu piel a funcionar mejor. Una fórmula con prebiótico favorece la función de los microorganismos que componen la flora cutánea, reforzando la protección natural. Aportar y estimular la producción de lípidos propios de la barrera cutánea reducirá la pérdida de agua. Es la mejor forma de evitar la sequedad de piel y ofrecer la mejor protección. Se consigue con el aporte de aceites naturales, vitamina B3 y pantenol. Si se aportan estos nutrientes en forma de crema con estructura laminar, el efecto es más eficaz, ya que se imita la propia estructura de la piel. Hacer más duradera la hidratación de la piel también reduce su fragilidad. Se puede conseguir con hidratantes como la glicerina.
Los ingredientes son clave en la protección de la piel sensible. Además de prebióticos y lípidos propios de la piel, que refuerzan la función barrera de la capa córnea de la piel, el aporte adicional de otros lípidos naturales, como el aceite de oliva o el aceite de bayas de espino amarillo, rico en ácidos grasos Omega 7, contribuyen a proteger la piel y evitar que ésta se reseque.
Si tienes la piel muy seca y, en ocasiones, te aparecen rojeces en zonas concretas asociadas a picor, es recomendable que consultes con un dermatólog@.