Síntomas
Síntomas en bebés
La piel de los bebés es más fina y por ello más sensible a las influencias ambientales que la de los adultos. El eccema puede aparecer en las primeras semanas de vida, en forma de zonas de piel seca o brotes en la frente, las mejillas, la barbilla o las piernas. El picor asociado puede llegar a impedir al bebé conciliar el sueño.
Síntomas en adultos
En adultos, el aspecto de las lesiones del eccema es similar, pero estas tienden a afectar a zonas distintas, como el cuello, la cabeza, los hombros y el pecho.
Síntomas en ancianos
El envejecimiento de la piel la vuelve más fina y sensible. En los ancianos, los síntomas son los mismos que en adultos más jóvenes, aunque pueden ser más intensos porque la piel tiene menos lípidos y está menos hidratada.